sábado, 5 de marzo de 2022

tuya

 Pude notar cómo me envenenaba la toxicidad del amor adolescente. ¡Esclava del embrujo! Fuí tuya desde la tercera preposición porque cierta flecha invisible consiguió alcanzar mi alma escondida. ¡Disparo certero, directo al corazón! Eres consciente de tu poder sobre mí, y eliges no utilizarlo nunca. ¡Maldito! Es así como logras que me ate de pies y manos, me trague la llave y te entregue voluntariamente el timón.


Querido, podrás advertirme, podrá venir cualquier dios a asegurarme que vas a arrasar con mi vida, con mi autoestima y con la ilusión. Podrá el profeta mostrarme cómo vas a destruir mis sueños, mi felicidad y mi corazón. Sospecho que algún día terminaré deseando tu muerte. Podrías confesarme aquí mismo que me odias y tus intenciones de asesinarme mientras duermo. Aun así, yo me acostaría en tus brazos, te daría el cuchillo y acercaría el cuello. No sé enamorarme de otra forma. Da igual si me arañas, yo ronroneo.

A querer sano y sin destrozarse ya se aprende con el tiempo. Si sobrevives, tu sangre se hace antídototo y se te desintoxica el cuerpo. 
Todos los textos e imágenes pertenecen a Nana limonada salvo que se indique lo contrario. Con la tecnología de Blogger.